El clérigo shiíta más destacado de Bahréin ha deplorado el empeoramiento de la crisis humanitaria en Gaza, argumentando que algunos estados árabes y musulmanes son cómplices de los crímenes del régimen sionista en la región costera sitiada.
Miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votan sobre una resolución de alto el fuego en Gaza el 18 de septiembre de 2025 en la ciudad de Nueva York.
Una multitud acudió a la capital de Yemen, Saná, para el funeral del primer ministro Ahmed Ghaleb al-Rahawi y varios ministros asesinados en un ataque israelí la semana pasada.
La disputa diplomática se ha ampliado entre Israel y Brasil después de que el país latinoamericano se negó a aceptar al candidato de Tel Aviv para embajador, después de lo cual el régimen ocupante degradó las relaciones diplomáticas y declaró que el presidente Lula da Silva es «persona non grata».
Las fuerzas israelíes han matado a 62 palestinos desde el amanecer del sábado, incluidos solicitantes de ayuda que fueron atacados en sitios de distribución administrados por Estados Unidos y el régimen israelí, según informes.
Más de una veintena de ex diplomáticos y embajadores belgas han pedido al gobierno federal que tome medidas efectivas y prácticas contra Israel, en una acción descrita por expertos políticos como una “señal única”.
Otros dos periodistas palestinos han muerto en distintos ataques israelíes en la Franja de Gaza, lo que eleva el número de muertos a 231 desde el inicio de la guerra genocida israelí contra el territorio costero asediado a principios de octubre del año pasado, según las autoridades locales.
Un grupo de 100 eruditos e intelectuales musulmanes de todo el mundo han emitido una declaración declarando al presidente estadounidense Donald Trump y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu como enemigos que libran una guerra contra Dios y corruptores en la Tierra.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó al régimen israelí por el actual «genocidio» de palestinos inocentes en la Franja de Gaza.
El movimiento de resistencia palestino Hamás ha advertido que la mezquita Al-Aqsa es una “línea roja” y se ha comprometido a proteger el lugar sagrado de los incesantes ataques del régimen israelí y las incursiones de los colonos, sin importar el coste.
