El frente científico de Irán contra las sanciones y el cáncer

La medicina nuclear de Irán es un éxito tecnológico que no sólo ha salvado las vidas de más de un millón de pacientes al año, sino que también ha mejorado la posición científica e internacional del país.

La medicina nuclear es una rama avanzada de la ciencia médica que utiliza el uso pacífico de la energía nuclear en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer y los trastornos metabólicos.

Utiliza trazadores radiactivos para diagnosticar, estadificar, tratar y monitorear enfermedades. La especialidad también desempeña un papel crucial en ciencias básicas como la biología, el descubrimiento de fármacos y la medicina preclínica.

Irán, que hasta 1990 no contaba con infraestructura ni personal especializado en medicina nuclear, se enorgullece ahora de tener más de 200 centros activos que producen el 90% de sus necesidades internas.

El país ha alcanzado el primer puesto en la región en la prestación de servicios de medicina nuclear. Este notable progreso, a pesar de las severas sanciones, ha situado a Irán entre los exportadores de fármacos radiactivos y como líder regional en este campo.

Irán es reconocido como un importante productor de radiofármacos, pilares de la medicina nuclear. Algunos informes sitúan al país entre los tres o cinco principales productores mundiales de radioisótopos.

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Apoyándose en capacidades locales e investigadores nacionales, produce una amplia gama de radiofármacos diagnósticos y terapéuticos, desde el ampliamente utilizado tecnecio-99m (Tc-99m) hasta el yodo-131 y FDG.

La FDG o fluorodesoxiglucosa es un radiofármaco utilizado en exploraciones PET (tomografía por emisión de positrones), que se produce específicamente en el Centro de Medicina Nuclear del Hospital Shariati en Teherán.

Según el sitio web del hospital, un Departamento de Producción de Radiofármacos, establecido en el centro, ha estado produciendo con éxito FDG mediante un ciclotrón. Esto permite a Irán satisfacer las necesidades de varios centros de medicina nuclear equipados con equipos PET.

Los investigadores iraníes también han desarrollado la capacidad de producir el radioisótopo molibdeno-99, que se utiliza para producir Tc-99m, a partir de la fisión del uranio-235.

Cada sesión de tratamiento con algunos de estos medicamentos cuesta varios miles de dólares en el mercado mundial, pero en Irán se ofrece por una fracción de esa cantidad.

Muchos radiofármacos, especialmente los utilizados en tomografías PET, tienen vidas medias muy cortas. Esto significa que se desintegran significativamente en poco tiempo, lo que reduce su eficacia.

Por consiguiente, la “última milla” del proceso de administración del radiofármaco, incluido el transporte, es crucial para mantener la potencia y la seguridad del fármaco.

En declaraciones a IRIB TV3 el lunes por la noche, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, explicó que hasta hace poco la importación de radiofármacos era imposible.

Esto se debió a que los países occidentales se negaron a proporcionar radiofármacos a Irán debido a las sanciones, mientras que las aerolíneas regionales como Qatar Airways no realizaron tales envíos, dijo.

Eslami se refirió al Reactor de Investigación de Teherán (TRR), un reactor de tipo piscina de 5 MW en funcionamiento desde 1967.

El reactor, construido por Estados Unidos, utilizaba combustible con una concentración muy alta de uranio-235 fisible, de hasta el 90%, proporcionado por los estadounidenses. Sin embargo, Washington suspendió el suministro tras la reconfiguración de la instalación para que funcionara con uranio al 20%, añadió.

“Lo produjimos nosotros mismos. De lo contrario, no habríamos podido realizar ninguna investigación industrial ni producir radiofármacos”, dijo Eslami.

Un millón de personas usan nuestros radiofármacos cada año. ¿Por qué poner en peligro la salud y la vida de nuestra gente y sucumbir a presiones políticas arbitrarias?, añadió.

Irán produce uranio enriquecido al 20% y al 60%. Cuenta con varias instalaciones, entre ellas la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Natanz (FEP), la Planta Piloto de Enriquecimiento de Combustible (PFEP) y la planta de enriquecimiento de Fordow.

El programa de enriquecimiento es un punto central de discordia en las negociaciones entre Irán y otras naciones, mientras Estados Unidos y sus aliados buscan limitar la capacidad de enriquecimiento de Irán.

El presidente Masoud Pezeshkian, durante una visita a una exposición de equipos médicos en Teherán el martes, mencionó los logros en muchas áreas, desde la tecnología nuclear hasta otros campos científicos e industriales.

“Los esfuerzos de los enemigos para impedir este proceso no son más que una fantasía”, afirmó.

 

Las cifras oficiales muestran que el número de centros de medicina nuclear en Irán ha aumentado de uno en 1989 a unos 250 en 2024. Estos centros operan en las 30 provincias del país y su número está aumentando.

La industria de la medicina nuclear también es un importante generador de empleo: emplea directamente a 4.500 especialistas y se proyecta que crecerá un 12 por ciento para 2027.  

Actualmente, la República Islámica no sólo es autosuficiente en medicina nuclear, sino que también exporta radiofármacos a 15 países de todo el mundo, incluidos Egipto, India, Pakistán, Irak, Líbano, Siria y algunos países europeos.

Estos notables logros no habrían sido posibles sin el desarrollo de la tecnología nuclear.

El enriquecimiento, la producción de isótopos vitales y la capacitación de recursos humanos dependen de las actividades nucleares pacíficas. Si esta infraestructura se ve afectada, millones de iraníes se verán privados de servicios médicos vitales.

Hoy en día, el sector de la medicina nuclear no sólo es una industria estratégica para satisfacer las necesidades de salud de la sociedad, sino también un importante motor económico, generador de ingresos, creación de empleos y reducción de la dependencia cambiaria del país.

Estos logros se han alcanzado mientras el país ha estado sometido a las más severas sanciones internacionales, lo que refleja la capacidad científica y tecnológica de Irán en este delicado campo.

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